¿Qué pensarías si te dijera que, en general, el idioma que hablas juega un papel importante en tu capacidad ahorrativa? Es más, ¿y si te dijera que además, el idioma que hablas influye en tu propensión a estar obeso, fumar o usar condones? Pues, aunque te cueste creerlo, así parece ser, al menos según los datos de un estudio de Keith Chen.
Este señor, el cual es un economista conductual, realizó un estudio en el que separaba los idiomas en dos tipos, aquellos que usan el concepto de futuro y aquellos que no, para así, aislando el resto de variables (Hipótesis Ceteris Paribus) analizar si el tipo de idioma hablado de forma nativa condicionaba la capacidad ahorrativa de la persona. O, para entenderlo en un plano más general, ¿afecta nuestro uso del futuro en el lenguaje a cómo nos planificamos a través del tiempo?
Idiomas como el chino o el alemán utilizan, para referirse al futuro, las formas (traducidas literalmente) "Mañana llueve", es decir, sin conjugar el verbo, en vez de las que utilizan idiomas como el inglés o el español, que dirían "Mañana lloverá". Noruega, Luxemburgo, Suiza, Japón, Holanda, Suecia, etc, se encuentran entre los países que más ahorran (% del PIB), y todos ellos tienen idiomas sin futuro; mientras que España, Portugal, Grecia, EEUU, RU, Polonia, Francia, etc tienen lenguajes con futuro, y son países que se hallan en la cola de la lista de países ahorradores (países occidentales).
Todo este estudio se hizo comparando también países en los que hay dos o tres lenguas nativas, y seleccionando dos o tres familias de cada país, con niveles de renta, educación, número de hijos, religión, estados civiles, edades y sexos iguales, cuya única diferencia sea haberse criado en una zona del país que hable uno de los dos o tres idiomas oficiales/nativos distintos.
Después de combinar todos estos datos y aislar las variables, se vio que los hablantes de lenguas sin futuro tienden a ser un 30% más ahorradores y a jubilarse con un 25% más de ahorros.
Y no solo eso, sino que se según los datos que Chen obtuvo, tales hablantes de idiomas que no usan el futuro, tienen un 20-24% menos de probabilidades de fumar, un 13-17% menos de probabilidades de estar obesos y es un 21% más probable que usen preservativos.
Y bien, aquí tenéis el vídeo de TED (subtítulos disponibles en español).
Este señor, el cual es un economista conductual, realizó un estudio en el que separaba los idiomas en dos tipos, aquellos que usan el concepto de futuro y aquellos que no, para así, aislando el resto de variables (Hipótesis Ceteris Paribus) analizar si el tipo de idioma hablado de forma nativa condicionaba la capacidad ahorrativa de la persona. O, para entenderlo en un plano más general, ¿afecta nuestro uso del futuro en el lenguaje a cómo nos planificamos a través del tiempo?
Idiomas como el chino o el alemán utilizan, para referirse al futuro, las formas (traducidas literalmente) "Mañana llueve", es decir, sin conjugar el verbo, en vez de las que utilizan idiomas como el inglés o el español, que dirían "Mañana lloverá". Noruega, Luxemburgo, Suiza, Japón, Holanda, Suecia, etc, se encuentran entre los países que más ahorran (% del PIB), y todos ellos tienen idiomas sin futuro; mientras que España, Portugal, Grecia, EEUU, RU, Polonia, Francia, etc tienen lenguajes con futuro, y son países que se hallan en la cola de la lista de países ahorradores (países occidentales).
Todo este estudio se hizo comparando también países en los que hay dos o tres lenguas nativas, y seleccionando dos o tres familias de cada país, con niveles de renta, educación, número de hijos, religión, estados civiles, edades y sexos iguales, cuya única diferencia sea haberse criado en una zona del país que hable uno de los dos o tres idiomas oficiales/nativos distintos.
Después de combinar todos estos datos y aislar las variables, se vio que los hablantes de lenguas sin futuro tienden a ser un 30% más ahorradores y a jubilarse con un 25% más de ahorros.
Y no solo eso, sino que se según los datos que Chen obtuvo, tales hablantes de idiomas que no usan el futuro, tienen un 20-24% menos de probabilidades de fumar, un 13-17% menos de probabilidades de estar obesos y es un 21% más probable que usen preservativos.
Y bien, aquí tenéis el vídeo de TED (subtítulos disponibles en español).
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