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Trump: No hay peligro, no pasa nada

Necesitaba redactar una entrada sobre Trump, tema candente de actualidad. Antes de empezar con un pequeño análisis postTrump, comentemos qué, según mi opinión, ha llevado a los EEUU a este nuevo escenario.
¿Quién y por qué votó a Trump? A Trump lo votaron obreros, gente de las clases bajas o media-bajas estadounidenses, que viven el medio rural (en su mayoría) y que carecen de estudios o formación universitaria. Gran parte de esos votantes eran blancos, norteamericanos hartos de sufrir la crisis y que se encuentran en situaciones difíciles. Son personas conservadoras y patrióticas que se sienten muy descontentas con la clase política estadounidense (aka establishment), y que cualquier solución, sea o no sea viable, ética o no, orientada hacia un único grupo o varios de enemigos (establishment, inmigración, políticas arancelarias débiles, etc), les hará posicionarse a favor del mejor postor, en este caso Trump.
¿Por qué ganó Trump? Trump ha ganado porque a Hillary la han votado muchas menos personas que en 2012, unas 4 millones menos, aproximadamente. Es decir, los votantes del Partido Republicano han sido los mismos (que en el 2012), mientras que los del Partido Demócrata han disminuido. Y aquí viene el verdadero "problema". Hillary no supo movilizar a las masas ni levantar pasiones, algo que el candidato republicano sí supo hacer muy bien, es por ello que no se cumplieron las expectativas de movilización del voto hispano. El quid de la cuestión es que fue un error tumbar a Bernie Sanders, alguien que sí podría haber ofrecido una fresca alternativa a Trump, en pro de Hillary Clinton. La candidata demócrata arrastraba una mala fama, y para más inri, sufrió el "escándalo de los emails" en plena campaña.
A Hillary se la conoce, entre otras cosas (nombró solo las malas), por ser la responsable de muchas operaciones militares y geopolíticas en Oriente Medio, estar rodeada de cierta turbiedad y por tener importantes intereses en mantener una política de exteriores fuerte y agresiva, algo que ha acabado llevando al descontento del pueblo. Para muchos estadounidenses era la representante perfecta del establishment, solo que con la cara de candidata demócrata.
Dicho todo esto, el pueblo norteamericano y el resto del mundo, deberían de preguntarse no solo por qué hay gente que ha votado a Trump, sino por qué hay gente que ha permitido su victoria al no haber votado a Hillary (¿por qué no la han votado?).
Y ahora... Trump ha ganado, ¡corred!
No, no corrais, no va a pasar nada grave, al menos a nivel mundial.
El candidato republicano trae medidas de dudosa ética, sobre todo las referentes a políticas de inmigración, derechos LGTB, aborto y sanidad. Os advierto que yo hablo de promesas electorales (que pueden diferir mucho de la realidad) y esbozos sobre el futuro.
Mi intención es comentar cómo afectará la elección de Trump como presidente de los EEUU al equilibrio mundial, pero antes, quiero hacer un resumen de lo que puede pasar en el país que dio origen al sueño americano.
Según dicen los arquitectos, será imposible construir el dichoso muro, o eso o será una ridículamente costosa locura. La prohibición de entrar en el país a los musulmanes ha desaparecido de la web de Trump, después de haber ganado las elecciones. Es posible que no toque mucho el Obamacare. Además, no habrá un retroceso en derechos LGTB. Es poco probable que pueda hacer las deportaciones masivas que prometió. Lo malo, más restricciones al aborto. Lo peor: las afirmaciones e intenciones del nuevo presidente sobre el cambio climático. Sé que me he dejado cosas, ruego me perdonéis, no pretendo hacer un análisis muy exhaustivo.
Vayamos ahora al ámbito global.
Para empezar, las bolsas no cayeron todo lo que se preveía, algo bueno sin lugar a dudas. ¡Estabilidad en los mercados! Así que aquí tenemos uno de los grandes problemas de la victoria republicana resueltos. Eso sí, los tipos de interés seguirán subiendo, por la clara tendencia a la inflación que se vislumbra en el país norteamericano.
Creo que una de las mejores cosas que puede hacer Trump es retirarse de Oriente Medio, un sitio en el que los EEUU lleva trasteando durante mucho tiempo, y cuyas acciones han dejado varios países desestabilizados, millones de refugiados y otros tantos miles (o millones) de muertos y un caos geopolítico tremendo. Otra buena noticia para el equilibrio mundial es el acercamiento entre los EEUU y Rusia, algo favorable, pues repercutirá en menos conflictos de intereses en terceros países (como la zona de Oriente Medio), y en una mejora de las relaciones con beneficios económicos (indirectos, supongo) para ambos países. En general, habría un mejor ambiente de cooperación internacional, y un nuevo panorama para ciertos países en vías de desarrollo u otros que arrastran conflictos.
Respecto a los cambios en la política arancelaria, las relaciones con China y el regreso de la producción a los EEUU, hay varias cosas que comentar. Lo primero es que las políticas arancelarias son costosas de cambiar: tardan años en poder ser efectivas. Además de que es difícil y peligroso jugar de esa manera con el comercio internacional. Por otra parte, el hecho de traer la producción de nuevo a los EEUU (con las medidas que sea) puede verse de forma positiva por los siguientes motivos: con el crecimiento acumulado de China, una reducción de sus trabajos más mal pagados y en malas condiciones podría llevar a un aumento de la producción propia e I+D del país asiático, así como a una mejora de la calidad de vida y de los puestos de trabajo; el otro motivo es que al país norteamericano le vendría muy bien recuperar ciertas industrias, le ayudaría a crear empleo (cualificado y no cualificado), invertir en infraestructuras, y soportar mejor su deuda.
Si Europa es inteligente, puede salir muy beneficiada de la elección de Trump como presidente de los EEUU. Si nuestro viejo continente sabe jugar bien las cartas, se puede abrir una pequeña era dorada para la UE. La rescisión de los tratatos de libre comercio entre EEUU y Europa podría significar un empoderamiento de esta última.
Si la UE se reorganiza y se pone firme, con un RU debilitado, una Rusia tranquila, y unos EEUU que se cierran en banda a la economía globalizada, Europa podría empezar a establecerse en el mundo como la comunidad supranacional que dice (desde hace tiempo) querer ser.

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