No conozco a casi nadie que haga la carrera a gusto y no, no me vale un "pues me va bien, estoy ya en X curso, etc." me refiero a que estén cursando tal carrera de una forma pasional, que sientan curiosidad más allá del plan de estudios y deseen seguir investigando sobre todas aquellas materias a las que, simplemente, les han dado unas pinceladas en la facultad.
Y esto, por muy normal que pueda sonar, me parece una de las más tristes consecuencias de nuestro obsoleto sistema educativo.
Parece que no, pero es fácil y ameno ir a clase, estudiar y sacar buenas notas si disfrutas con lo que haces, si aquello que haces lo conviertes en juego y te divierte hacerlo. Obviamente y más en la universidad, siempre va a haber alguna asignatura más tediosa y alejada de esa razón por la cual elegiste tu grado. No hay excusa, si yo he conseguido que Contabilidad se me haga amena, puede ocurrir cualquier milagro.
Siempre digo, no sin cierto orgullo, que siempre fui un desastre con el inglés, no entendía nada, hasta que después de repetir 2º de Bachiller, decidí no abrir un libro de inglés nunca más y convertir mi vida al inglés. Películas, mis búsquedas en Google, el ordenador, apuntes, el cajero, libros,... todo lo "puse" inglés, y pasé de sacar treses y cincos a un 10 en Selectividad.
En serio, ¿nadie con poder en este país piensa que un adolescente aprende más inglés intentando hablarlo y viendo películas que repitiendo durante 10 años el to be?
Una educación en la que no se fomente la creatividad, espíritu crítico y pasión por aquello que te gusta es una educación que nos aboca al fracaso.
No sabemos estudiar, en mí mismo y en la mayoría de mis compañeros veo un miedo tremendo a los "Justifica tu respuesta" y a las matemáticas.
Los "justifica tu respuesta" son los mejores ejercicios, puesto que te permiten argumentar, explayarte a gusto, curiosear en tu cabeza y encajar y enlazar las piezas del rompecabezas.
Pero, a pesar de años de marcada educación, podemos aprender a aprender. Quiero poner como ejemplo mi propia experiencia con las matemáticas. En las clases de estadística a las que asisto, pocos participan, todos tenemos miedo (de ahora en adelante, diré tenía :) ), creemos que no entendemos y que es muy difícil, sabemos que "hay que machacarlo" porque siempre nos han dicho que es así y así nos ha entrado, es difícil, sufriremos, sabemos que como mucho sacaremos un aprobado rasante y respiraremos, "uff, otra asignatura menos".
Espera, ¿cómo que "otra asignatura menos"? ¿No se supone que estás pagando para hacer algo que te gusta, ¿cómo aguantas tanto durante 4 años? Es absurdo.
A lo que iba... Bien, las matemáticas/cálculo/estadística no son tan difíciles, lo único que hay que hacer para aprobar y, lo más importante, aprender es pararse, respirar hondo, y darle a las vueltas a las cosas desde la más mínima base, como si estuvieras jugando con esos conceptos básicos sobre los que se va asentando la matemática. ¡Puede incluso llegar a ser divertido!
Y más allá de todo esto, sé que a veces los apuntes del profesor, o el propio profesor, nos lo ponen más difícil, pero hoy tenemos bibliotecas fabulosas e Internet, donde podemos encontrar millones de datos, estudios, libros, información... conocimiento.
¡No necesitas ser un Einstein para poder hacer una integral y que te salga a la primera! ¡Todos podemos!
¿Si no para qué crees que estas aprendiendo esto? Puedes desarrollar profesiones muy concretas, apasionantes y bien remuneradas si disfrutas y curioseas con lo que estudias, ¿o a caso tiene sentido estudiar 4 años y pagar 6.000€ para acabar siendo administrativo, contable o gestor? Permitidme dudarlo.
Volviendo al principio del texto, estoy seguro de que toda esta falta de seguridad en nosotros mismos, en saber lo que queremos hacer en nuestra vida y porqué, esa falta ganas de enfrentarnos a una distribución de probabilidad desconocida o a investigar sobre x asignatura, proviene de la educación que recibimos desde los cinco años (o antes) hasta Bachillerato.
Una educación que se basa en cortar de raíz cualquier cosa que le pueda gusta a un niño, en intentar incrustar en nuestro cerebro montones de conocimientos para vomitarlos el día del examen, en recorrer rígidamente el temario y en no probar metodologías más allá de los "siéntate y atiende" y "esta noche a hincar los codos".
¿Por qué, por qué el estudiar es un sufrimiento, incluso, cuando eliges lo que estudias?
Ánimo a todos mis compañeros de Estadística y a mí mismo, porque todos podemos, solo hace falta creer en uno mismo.
Y por si lo lees, sí, soy quien estás pensando.
Y esto, por muy normal que pueda sonar, me parece una de las más tristes consecuencias de nuestro obsoleto sistema educativo.
Parece que no, pero es fácil y ameno ir a clase, estudiar y sacar buenas notas si disfrutas con lo que haces, si aquello que haces lo conviertes en juego y te divierte hacerlo. Obviamente y más en la universidad, siempre va a haber alguna asignatura más tediosa y alejada de esa razón por la cual elegiste tu grado. No hay excusa, si yo he conseguido que Contabilidad se me haga amena, puede ocurrir cualquier milagro.
Siempre digo, no sin cierto orgullo, que siempre fui un desastre con el inglés, no entendía nada, hasta que después de repetir 2º de Bachiller, decidí no abrir un libro de inglés nunca más y convertir mi vida al inglés. Películas, mis búsquedas en Google, el ordenador, apuntes, el cajero, libros,... todo lo "puse" inglés, y pasé de sacar treses y cincos a un 10 en Selectividad.
En serio, ¿nadie con poder en este país piensa que un adolescente aprende más inglés intentando hablarlo y viendo películas que repitiendo durante 10 años el to be?
Una educación en la que no se fomente la creatividad, espíritu crítico y pasión por aquello que te gusta es una educación que nos aboca al fracaso.
No sabemos estudiar, en mí mismo y en la mayoría de mis compañeros veo un miedo tremendo a los "Justifica tu respuesta" y a las matemáticas.
Los "justifica tu respuesta" son los mejores ejercicios, puesto que te permiten argumentar, explayarte a gusto, curiosear en tu cabeza y encajar y enlazar las piezas del rompecabezas.
Pero, a pesar de años de marcada educación, podemos aprender a aprender. Quiero poner como ejemplo mi propia experiencia con las matemáticas. En las clases de estadística a las que asisto, pocos participan, todos tenemos miedo (de ahora en adelante, diré tenía :) ), creemos que no entendemos y que es muy difícil, sabemos que "hay que machacarlo" porque siempre nos han dicho que es así y así nos ha entrado, es difícil, sufriremos, sabemos que como mucho sacaremos un aprobado rasante y respiraremos, "uff, otra asignatura menos".
Espera, ¿cómo que "otra asignatura menos"? ¿No se supone que estás pagando para hacer algo que te gusta, ¿cómo aguantas tanto durante 4 años? Es absurdo.
A lo que iba... Bien, las matemáticas/cálculo/estadística no son tan difíciles, lo único que hay que hacer para aprobar y, lo más importante, aprender es pararse, respirar hondo, y darle a las vueltas a las cosas desde la más mínima base, como si estuvieras jugando con esos conceptos básicos sobre los que se va asentando la matemática. ¡Puede incluso llegar a ser divertido!
Y más allá de todo esto, sé que a veces los apuntes del profesor, o el propio profesor, nos lo ponen más difícil, pero hoy tenemos bibliotecas fabulosas e Internet, donde podemos encontrar millones de datos, estudios, libros, información... conocimiento.
¡No necesitas ser un Einstein para poder hacer una integral y que te salga a la primera! ¡Todos podemos!
¿Si no para qué crees que estas aprendiendo esto? Puedes desarrollar profesiones muy concretas, apasionantes y bien remuneradas si disfrutas y curioseas con lo que estudias, ¿o a caso tiene sentido estudiar 4 años y pagar 6.000€ para acabar siendo administrativo, contable o gestor? Permitidme dudarlo.
Volviendo al principio del texto, estoy seguro de que toda esta falta de seguridad en nosotros mismos, en saber lo que queremos hacer en nuestra vida y porqué, esa falta ganas de enfrentarnos a una distribución de probabilidad desconocida o a investigar sobre x asignatura, proviene de la educación que recibimos desde los cinco años (o antes) hasta Bachillerato.
Una educación que se basa en cortar de raíz cualquier cosa que le pueda gusta a un niño, en intentar incrustar en nuestro cerebro montones de conocimientos para vomitarlos el día del examen, en recorrer rígidamente el temario y en no probar metodologías más allá de los "siéntate y atiende" y "esta noche a hincar los codos".
¿Por qué, por qué el estudiar es un sufrimiento, incluso, cuando eliges lo que estudias?
Ánimo a todos mis compañeros de Estadística y a mí mismo, porque todos podemos, solo hace falta creer en uno mismo.
Y por si lo lees, sí, soy quien estás pensando.
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